Quieres unos abdominales y los quieres ya. Tenemos buenas noticias: estás en el lugar adecuado. Ahora únicamente tienes que sudar un poco (bastante, no lo vamos a negar) para hacerte con la única tableta que no puedes comprar en una tienda de informática.
Hazlo así
Semanas 1 y 2
Ejecuta cada movimiento 15 segundos por lado. Haz 3 movimientos por sesión.
Semanas 3 y 4
Aumenta a 20 segundos por lado. Haz 3 movimientos por sesión.
En la línea de salida
Preparados, listos… ¡Ya! Adopta la posición normal de flexiones de suelo con los pies separados en paralelo a los hombros. Si te cuesta mantener esta posición, apóyate en los codos. Tensa los glúteos y aprieta los abdominales como si fueran a darte un puñetazo en la barriga. Eso no ocurrirá, pero lo que sigue tampoco será un paseo.
Usa la musculatura troncal
Sin mover la parte superior del cuerpo, dirige la rodilla izquierda lentamente hacia el codo derecho, empleando 15-20 segundos. Recupera la posición inicial y cambia de lado. Mantén el vientre rígido, usando las extremidades para crear fuerzas multidireccionales que te hagan trabajar los abdominales con más fuerza. Si sientes cualquier tipo de tensión en la zona lumbar, reduce el rango de los movimientos de pierna
Aumenta la potencia
Ponte en la posición del tablón, de costado sobre un codo o, si puedes, sobre la mano. Extiende el brazo libre por debajo del brazo de apoyo, empleando 15-20 segundos en el movimiento. Inviértelo y extiéndelo hacia el techo. No tengas prisa: la estabilidad es clave para trabajar los músculos del vientre, algo nada fácil. Cambia de lado y repite.
Siente la diferencia
Recupera la posición de flexiones de suelo. Levanta una mano, pásala por debajo del cuerpo y dirígela al otro lado de la cadera, manteniendo el torso todo lo recto que puedas. Una vez más, emplea 15-20 segundos en completar el movimiento: lo que buscas es estabilidad, sin demasiada rotación. Cambia de lado y repite. Esa sensación de ardor en los músculos significa que está funcionando. |